El otro día me pasó algo muy curioso. Mi pequeñín de 15 meses tuvo un terror nocturno al mediodía.
A los cuarenta y cinco minutos de siesta se despertó llorando, con los ojos abiertos pero con cara de sueño, no hacía caso a nada y lloraba sin parar, no quería estar en brazos, ni en el suelo, no quería el biberón (está todo el día enganchado a los biberones de leche) y sólo lloraba desesperado.
Pensé que tenía algún dolor, pero a los cinco minutos, de repente, se calló y se durmió. Así, sin más.
No es el primer episodio de terror nocturno que vivo, pues a mi otro hijo le ha pasado un par de veces, aunque siempre por la noche. En todas las ocasiones se han sucedido tras un periodo de mucho nerviosismo, con mucha dificultad para conciliar el sueño y mucha falta de él. Lo que he comentado en otro post, mis hijos son niños muy nerviosos que duermen poco y les cuesta dormir. Eso sí, me extrañó que fuera al mediodía. Y después de eso, durmió tres horas más (algo increíble en él).
¿Qué son los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son alteraciones del sueño que se dan cuando el paso de una fase de sueño a la siguiente no se hace correctamente. Son despertares aterradores, y normalmente con gritos, llanto, golpes… Suelen sucederse en las primeras fases del sueño (al poco de haberse dormido). El niño parece que está despierto, pero en realidad no lo está. Cuando termina el episodio el niño vuelve a dormirse y a la mañana siguiente no recuerda nada.
¿Por qué suceden?
- Sobretodo suceden en niños nerviosos, a los que les cuesta conciliar el sueño.
- También puede ser algo genético, según algunos estudios el 80% de los niños que padecen estos trastornos tienen algún familiar con este problema.
- Puede reflejar etapas del desarrollo en el que el cerebro todavía es inmaduro.
- Se dan en casos de fiebre.
- Por la falta de sueño y horarios irregulares.
¿Qué podemos hacer?
En realidad no se puede hacer mucho. Sobretodo, no hay que tratar de despertarlo. Lo único que conseguiríamos es ponerlo más nervioso.
Si el niño se golpea y vemos que puede hacerse daño, deberemos proteger la zona de la cama o cuna, para evitar que se dañe.
¿Cómo diferenciarlos de las pesadillas?
Porque cuando el niño tiene una pesadilla y se despierta llorando se calma cuando llegas y lo reconfortas. En el caso de los terrores nocturnos, no hay forma de calmarlo porque ni siquiera es consciente de tu presencia.
Y porque cuando se despierta por la mañana, recuerda la pesadilla. Pero no recuerda un terror nocturno.
Consejos para evitarlos
Aunque dependen de muchos factores, hay una serie de pautas que podemos seguir para intentar evitarlos o disminuirlos, haciendo que nuestro pequeño concilie el sueño fácilmente:
- Establecer una rutina de sueño, con las mismas pautas y horarios cada día a la hora de ir a dormir.
- Hay que evitar que el niño cene e inmediatamente se vaya a dormir.
- Evitar las cenas pesadas y/o muy contundentes.
- Dejar que el niño exprese sus preocupaciones antes de ir a dormir, esto evitará que vaya a dormirse inquieto o preocupado.
- Antes de dormir, deberá realizar alguna actividad relajante (leer un cuento, etc…). Hay que evitar que vea la tele, juegue a juegos estimulantes o agresivos.
Relacionado con este post, no te pierdas los post que escribí sobre el tema del sueño, algo que sufrimos muchísimas mamás ¿Y por qué no duermes? (1ª parte) ¿Y por qué no duermes? (2ª parte)
¡Hasta la próxima! Mil gracias por leer El Rincón del Peque .ES 🙂
Muy bueno tu post, yo me he estado documentado sobre el mismo tema y como tratarlo ya que soy educadora. Me gustaría mucho que te pasases por mi blog y me comentaras tu opinión, sugerencias, etc. Creo que padres y maestros debemos trabajar codo con codo, por lo que me interesa mucho saber vuestras opiniones 🙂
https://noecostas.wordpress.com/
Hola, Noelia, muchas gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo, los padres y educadores deberíamos trabajar más conjuntamente. Lo considero imprescindible para la buena educación, en todos los sentidos, de nuestros hijos.
Por supuesto, me paso por tu blog 🙂 http://elrincondelpeque.es/
Qué curioso! Creo que a mi hijo le pasó algo así ayer, no estoy segura, pero tiene que ver mucho con lo que cuentas. No conocía estos terrores. Un saludo!
Es algo bastante frecuente, aunque a veces es difícil distinguirlos porque son flojitos y duran muy poco. Suelen pasar cuando están nerviosos o van faltos de sueño. Yo me daba cuenta porque no te ven y siguen llorando y llorando sin consuelo. No sé si es así como le pasó a tu peque. Besos, guapa