A estas alturas no voy a descubrir el mundo si te digo que se abusa del consumo de golosinas y demás variantes en los niños, sobretodo lo notas cuando intentas que tu hijo coma saludable y no tenga un hábito de consumo cotidiano de chucherías. En eso me esfuerzo mucho, porque no se trata de que un niño nunca coma una golosina, sino que no esté siempre comiendo golosinas. Y ahí entramos nosotros, padres y madres. En este post te cuento por qué es importante no abusar de las chuches y cómo intento evitar que mis hijos estén todo el día comiendo porquerías.
¡Que me lo digan a mí! Que me esfuerzo desde que nació mi hijo mayor para que coma sano, que tardé en que probara el chocolate y otros lamines… Pero es que estas cosas, muy a tu pesar, no dependen de ti. Y eso me molesta un montón. Uno de los temas por los que más he discutido con mi suegra es precisamente este: las chucherías.
Empiezas un día dejando que le dé gusanitos, y cuando te das cuenta le da los gusanitos, el bollo de chocolate, la piruleta y unas galletas de chocolate… Y si te descuidas un helado (¡¡¡todo a la vez!!!). Y justo antes de comer 🙁
¿Por qué nos empeñamos en darles porquerías cuando podríamos darles cosas sanas que les encantan?
Esa pregunta me la he hecho muchísimas veces, y se lo he dicho a mi suegra otras tantas. Mi hijo disfruta con un trozo de queso, con una fruta… Pero, claro, donde haya un dulce… Y pongo a mi suegra porque en este tema está desorbitada, pero es extensivo a la mayoría de la población adulta, sobretodo la mayor.
Cuando nació mi hijo pequeño, mi hijo mayor tenía 22 meses, y fue entonces cuando ya no pude controlar la abalancha de golosinas y dulces que se le vino encima. Y, claro, él encantado. Papelinas de chucherías, caramelos, piruletas, huevos de chocolate, bollos, galletas, gusanitos, patatas… ¡¡¡Por favor!!! -gritaba interiormente-.
Así que nada… Afortunadamente voy racionando las chucherías. Eso sí, fuera de casa resulta imposible.
¿Y con mi hijo pequeño? Cinco pasos por delante. Todo lo que ve comer a su hermano lo quiere él, así que es misión imposible.
¿Por qué es perjudicial un excesivo consumo de golosinas en los niños?
- Tienen un efecto saciante y cuando llega la hora de comer, el niño no come la cantidad que debería.
- Tienen un exceso de azúcares que, entre otras cosas, provocan caries. Actualmente hay mucho niño con dientes de leche y caries.
- Tienen muchos aditivos, que pueden producir, alergias.
- El exceso de azúcar y grasas provocan obesidad.
¿Qué hay que hacer para evitar un excesivo consumo de golosinas en tu hij@?
La receta mágica no la sé, lo que sí hago yo es no dejarle comerse una papelina entera de chuches o una bolsa de caramelos… Si le dan algo, y es mucha cantidad, se lo raciono. Cuando llego a casa lo guardo y le explico que el resto para otro día, que si se come todo le dolerá la tripa. Algunas veces lo asume y otras no, pero creo que es lo que tengo que hacer. Cuando sean más mayores, espero que me sirva el poder dialogar con ellos y que adquieran un hábito alimentario sano y saludable.
Hay veces que tengo una cantidad enorme de chucherías almacenadas… Pero que se le va hacer… Las guardo y se las voy dando, pero no todos los días, esporádicamente. Y alguna que me como yo 😉
Hasta la próxima! 🙂
Si te ha gustado, comparte este artículo con tus amig@s, seguro que también les gustará.
Mil gracias por leer El Rincón del Peque .ES 🙂
Genial artículo. La verdad es que a veces no nos paramos a pensar detenidamente el daño que puede suponer darles chuches en exceso. Pensamos que.. bah son niños, por 4 chuches… Que bueno si fuesen 4, tira que te va, pero terminan siendo el triple como mínimo.
Es importante que los adultos enseñemos a los peques llevar un equilibrio ya desde que son enanos.
Lo compaaaaaarto inmediatamente ^_^
Besos
¡Muchas gracias! Un poco de conciencia social en este tema no estaría de más… De verdad, tienes que «pelearte» mucho para que no atiborren a tu hij@ de chuches. Es más, hay personas a las que les resulta extraño que no le des gusanitos a tu hijo de seis meses… «Pues no, ¿para qué? Si no lo necesita y él es feliz comiendo un trozo de pan». En fin… A seguir luchando 😉
Pues la verdad es que pienso igual que tú, igual cuesta darle a un niño algo sano para comer que una guarrería como las llamo yo. El otro día sin ir más lejos quedé con una amiga que tienes tres hijos, y fuimos a tomar algo con dos de ellos, a las 7 y pico los niños aun no habían merendado, y claro, protestaron, su madre cogió, se fue al mercadona y les compró dos bandejas de donuts, y encima de chocolate, con tres zumos, menos mal que no fueron batidos, sino ya era la bomba explosiva. Bueno pues la mayor (10 años) se zampó cuatro donuts y la mitad de otro, la hermana se zampo uno y medio (tiene 3 años). Yo alucinaba, pensando madre mía viva el azúcar en sangre a tutipleni, pero es que luego para cenar les plantó paella, yo no salía de mi asombro. Por estas cosas existe la obesidad infantil, porque los padres no llevan unas pautas de alimentación correcta y sana para sus hijos, sino que con las prisas le dan lo primero y más cómodo, y lo segundo porque tampoco tienen ningún tipo de horario, en fin, a pesar de que no se pueda controlar lo exterior, espero que como madre futura controle en la medida de lo posible, lo que come mi hijo cuando está conmigo. 🙂
¡Totalmente cierto! Aunque si eso se hiciera un día, pues bueno… El problema es que termina siendo una costumbre y los niños acaban alimentándose mal. Chuche por aquí, bollo por allá… Es como si no hubiera otra cosa más sana para darles. Espero que no te toque pelear tanto como a mí… llega un momento que parezco un sargento 😉
Soy como tú, y ya no solo chuches, también galletas, postres dulces, helados… sobre todo en las meriendas que podemos caer en dar cosas más industriales, intento dar frutas en prioridad. Lo rápido ya se “cuela” en vacaciones.
Y si, los abuelos con eso de consentir, a veces no les ayudan, ni a nosotras.
Eso sí, me has dado a mi unas ganas con esa foto …
Sí, sí, de todo lo que no es sano… Es que a veces es desmoralizante, es una lucha constante para que no coman dulces y grasas… ¡Y mucho antes de que las pidan ellos! Yo también intento darles fruta siempre que puedo, aunque también me atiborraría a chuches, jeje 😉 ¡Gracias por tu comentario!
Bueno, bueno, soy abuela y soy suegra, y reconozco que aveces me paso con las chuches cosa que no hacia con mis hijos a ellos con dos años ni chuches ni chocolates ni historias… Reconozco que con mis nietos soy infinitamente mas permisiva en todos los aspectos, quizas sea porque inconscientemente pensamos que nosotros no tenemos que educarlos que para eso ya estan sus padres……. ME ENCANTA TU BLOG
¡Muchas gracias por tu comentario! Una aportación muy importante, sobretodo porque es algo que muchas veces se nos olvida a las mamás, pero es que resulta tan difícil educar a nuestros pequeñines, y, a veces, te sientes que vas a contracorriente, sobretodo con el tema de las golosinas…