La timidez infantil aparece a partir de los ocho meses, cuando el niño empieza a ser consciente de los desconocidos y a tener miedo cuando se aleja de papá y mamá. En el post de hoy te doy unos consejos para que puedas ayudar a tu hijo a vencer su timidez.
Dicen que hay una predisposición genética de un 20% para que el niño «herede» la timidez, pero es sólo eso, una predisposición. En nuestras manos está que el niño supere esta predisposición innata.
Siempre he pensado que mi pequeñín Mayor ha heredado de papá y mamá esa predisposición, porque siempre ha sido tímido, creo que desde que cumplió los ocho meses. Es un niño bastante independiente que se adapta bien a las situaciones nuevas, pero tiene mucha vergüenza ante los desconocidos, sean niños o mayores, y necesita su tiempo y su tranquilidad para acostumbrarse a esa nueva situación siendo él mismo. Y cuando digo «él mismo», me refiero a que hable, ría y se exprese como hace cuando está en su zona de confort.
Es un niño feliz, alegre, activo y muy hablador. Sin embargo, cuando está en ambientes desconocidos o no familiares se vuelve retraído, tranquilo, callado y serio, muy serio.
Yo también era así, y quizás porque sé lo mal que lo pasa un niño tímido me gustaría evitarle todo lo duro que conlleva la timidez.
La timidez te convierte en alguien retraído, te impide disfrutar y hacer cosas que te apetecen, te hace sentirte mal y sufrir en exceso…
Y no, no quiero que mi hijo sea tímido.
¿Cómo puedo ayudarle?
- A los niños no hay que etiquetarlos. Y esto es un error de los padres que, sin darnos cuenta, intentando justificar su comportamiento, decimos «es que es muy tímido» cuando se esconde detrás nuestro, cierra los ojos o no quiere saludar. En estas situaciones hay que dejar que el niño actúe como sea, sin forzarle. Así que si permanece escondido entre nuestras piernas mientras hablamos con alguien lo dejaremos así, sin hacer mención a nada, y mucho menos a la timidez del niño.
- Fomentaremos situaciones de contacto social: ir al parque, reuniones con amigos, actividades en grupo, etc.
- Hay que favorecer un entorno que le de seguridad y mucho amor: muchos besos, muchos abrazos, muchas palabras bonitas, cariño… en definitiva, mucho amor y demostrárselo mucho. Eso le dará seguridad y autoestima.
- No le forzaremos para que actúe de la forma que nosotros queremos, pero elogiaremos sus esfuerzos por superar momentos tímidos, cuando saluden o hagan cosas que a ellos les supone un esfuerzo por su timidez… en definitiva, aplicaremos el refuerzo positivo (si pinchas en este enlace accederás al post «Fomentar las capacidades del niño«)
La gente tampoco ayuda… porque en nuestro caso se añade que mi pequeñín Pequeño es extrovertido y muy simpático, él es todo lo contrario, él busca a la gente y les dice cosas, les saluda… mientras su hermano se esconde entre mis faldas.
Y lo que peor me sienta y me duele en el alma son las comparaciones que siempre hacen: «este es más simpático», «su hermano es más serio», «qué diferentes son, uno tan simpático y el otro tan serio»… Me duele hasta lo más profundo y tengo ganas de gritar a todas esas personas que no tienen el mínimo tacto o respeto hacia mi hijo mayor.
Pero no lo hacen con maldad, sino con ignorancia… Con la ignorancia de las personas ajenas a mis dos pequeñines, la ignorancia de la estupidez extrema y que seguramente no lo harían con sus nietos (sí, generalmente son personas mayores) porque con ellos tendrían el cuidado suficiente y serían conscientes de que estas palabras duelen al niño, porque el niño oye, escucha, entiende y siente.
Así que intento aplicar al máximo los consejos que te he comentado, aunque, confieso, alguna vez se me escapa «es que es muy tímido»… Y en eso voy a esforzarme al máximo 🙂
¡Gracias por leerme, hasta la próxima!
Tengo que «discrepar» en algo… Y es que no veo que haya nada de malo en ser tímido. Cada uno es como es. Mi pichón es también tímido y bastante serio con desconocidos. No le fuerzo a que salude, ni a que sea «sociable». Si vamos a un parque y no quiere estar con otros niños, no pasa nada. Hay que dejarle su tiempo, que se haga a la situación y, a veces, puede acabar interactuando con otros niños/personas, a veces no. No me preocupa, la verdad. Mi marido y yo fuimos (y somos ahora pero en menor medida) tímidos. No me importa en absoulto que mi hijo lo sea. No creo que tenga que ayudarle a «superar» su timidez. Más bien a quien hay que ayudar a la gente a que entienda que NO es nada malo, que cada persona tiene su personalidad y su forma de ser. En algo estamos de acuerdo: etiquetar, comparar y encasillar es taaaan fácil 🙁
Un abrazo!
No es nada malo ahora de pequeñitos, pero cuando crecen si va en aumento sí… Porque lo pasan mal, muy mal, y no disfrutan ni hacen lo que quieren hacer. Lo que haces con tu pichón es lo que hay que hacer, así le ayudas a afrontar las situaciones a su ritmo y de la forma en la que él está preparado. Yo es que hasta bien mayor lo he pasado realmente mal, no haciendo cosas que me apetecían hacer, no saludando gente por vergüenza y luego sintiéndome fatal por ello… Afortunadamente los años me han servido para «vencer» esa exagerada timidez. Y no me gustaría que mi hijo pasara por lo mismo. ¡Un abrazo!
Lo de etiquetar es cierto que a veces lo hacemos de manera inconsciente , lo importante es darse cuenta y hacer un esfuerzo por evitarlo y los comentarios y comparaciones de terceros si que molestan, y muy difícil de controlarlos, lo que si podemos es reaccionar no por quien habla sino por los niños
Yo también creo que hay que respetar la forma de ser de cada quien y no obligarles a hacer algo que no quieren.
Pues es que es lo mejor que podemos hacer por los niños, dejarles que ellos vayan resolviendo sus conflictos y situaciones cotidianas, sin forzarles, dejándoles ser y hacer. El problema es cuando aparecen «los demás», y es cuando sin querer tienes que justificar la actitud de tu hijo con un «es que es tímido». Hoy, en mi esfuerzo por no ayudar en el etiquetado de mi hijo no he dicho nada, he acariciado la cabeza de mi hijo que se escondía entre mis piernas y he intentado cambiar de tema. Poco a poco la gente se irá cansando de dar la tabarra con lo mismo… ¿se irá cansando y ya no dirán nada? Cada vez le dicen más cosas (también porque lo ven mayor y se olvidan de que tiene sólo tres años) y él cada vez se esconde más. Voy a ponerle un tapón en los oídos o un bozal a «los demás» 😉 Gracias por comentar, ¡un abrazo!
La timidez no es mala en sí pero si es verdad que te impide disfrutar de muchas cosas y te hace sufrir. Lo dice una que fue muy tímida, menos mal que se va pasando con los años aunque siempre queda algún restillo por ahí.
Totalmente de acuerdo. Y, sí, del todo del todo no desaparece 🙂
Yo también fui tímida hasta el extremo de no merendar en casa de amigas (amigas-amigas desde el colegio) porque me daba vergüenza. Pero lo peor que me podían hacer era insistirme en que hiciera algo, como por ejemplo: «merienda, mujer… come algo… pero no quieres? por qué no comes? Anda, comeeee… Qué rara eres, si tienes que tener hambre, comeee». Si no me hubiesen presionado, quizá, un buen día me hubiese animado a comer sin pasar vergüenza/miedo. Como eso, otras tantas cosas. Creo que es la gente la que debe aceptar a los demás como son y no presionar/obligar a que seamos todos iguales.
En fin… es una reflexión…
¡Pero si estamos totalmente de acuerdo! No hay que forzar a los niños, ellos por sí solos encontrarán el momento. Como madre/s sí tenemos que intentar que los demás no los presionen… Y eso es lo que más difícil veo yo. Si en el fondo pensamos igual, diferimos en el título y poco más.
Sí, ya he me dado cuenta de que, en resumidas cuentas, pensamos igual. Sólo que no me gusta eso de decir que hay que «ayudarles» jjjj… Más bien hay que «ayudar» al entorno para que les dejen crecer en paz. A veces presionan tanto que te hacen dudar, agobian y agotan al santo Job.
Es verdad… Se focaliza en el niño cuando el problema es del entorno. Realmente con un adulto no se suele ser tan pesado haga lo que haga, pero con los niños somos muy pesados.
Ya que tienes ambas caras de la moneda…¿qué aconsejarías cuando son demasiado sociables? Mí niña sale corriendo a donde cualquier extraño y hasta le pide que la tomen de los brazos. Trato de ser lo más natural con ella y explicarle. Pero a veces me asusta que sea tan sociable. Mucho más con tanta noticia que existe. Sería bueno que hablaras en otra entrada sobre eso. ¿Te animas? Je je je.
Muy buen tema, sí, me pongo con ello… Lo importante explicarle pero sin asustar, pero cuando son tan pequeños es tan difícil… ¡Gracias, un abrazo!
Oh sí, muy importante no asustarlos porque entonces estaría creando lo opuesto. Es bien complicado, más a la edad de Isis Anabelle que nisiquiera tiene sus dos añitos. Yo me encuentro con distintas reacciones por parte de las personas. Unas me dicen contentas lo amistosa que es. Otras me dicen: Cuídala que es demasiado sociable. Lo que ellos no saben es que por dentro estoy que tiemblo. Je je je.
Es muy pequeñita todavía… Lo más importante no perderla de vista ni de tu alcance. Pero tampoco vayas tú con miedo que se lo transmitirás 😉
Cierto!!! Gracias!!!
Cuando hay dos hermanos tan opuestos es muy difícil no caer en comparaciones, y la gente ni lo piensa y lo suelta. Igual que a ti te molestaría que dijeran que tu hermano es distinto que tú en algo y que refuercen positivamente su actitud, a ellos les pasa también. Pero son niños, y nadie se fija en eso. A un adulto seguro que no se le diría
Sí, no lo hacen con mala intención, pero se olvidan que los niños oyen y entienden todo.
El teatro, para más adelante va muy bien. Alguien te decía que no es un ningún problema, y es cierto, pero alguien “ más abierto” tendrá mayor facilidad para las relaciones, y eso es algo positivo. Actividades como esa, dicen que les ayudan mucho a dejar esa timidez de lado, a partir de los 4 añitos o así.
Cuando sea más mayorcito, si él quiere, sí que lo apuntaré a algo así. Sobretodo porque yo le noto que tiene ganas de estar con otros nenes y jugar con ellos, y no lo hace por vergüenza. Él quiere, pero le cuesta tanto… Y lo entiendo porque yo he pasado por ello y es muy duro. El día que dice «hola» a alguien desconocido se pone súper contento. Una actividad como teatro le puede ir bien para ayudarle a expresarse como él quiere, y además divirtiéndose. Pero eso si él quisiera.
Qué rico, ya de pequeño como si se pusiera sus “metas”
Sisi, cuando él quiera, claro que sí. Veras que ira todo muy bien, ahora lo estas sufriendo en “sus carnes”, pero veras como dejara esa timidez poco a poco.
Sí, creo que influye mucho que ve a su hermano saludar todo feliz y como la gente responde a sus saludos. Yo espero que poco a poco vayamos dejando atrás esta timidez… y pueda disfrutar siendo él mismo. ¡Un abrazo!
creo que somos las personas mayores las que necesitamos aprender a no comparar las comparaciones no son buenas para nadie a nosotros tampoco nos gusta que nos comparen, (sobretodo si salimos perdiendo en la comparacion. Creo que tu pequeñin cuando sean un poquito mas mayores va a ser muy importante para que su hermano supere (yo no me preocuparia mucho)
Sí, lo de las comparaciones es lo peor de todo… Totalmente de acuerdo. Tendríamos que aprender, las personas mayores, a tratar a los niños. Y sí, creo que el hecho de llevarse tan poquito con su hermano le puede ayudar bastante 🙂