Ya he comentado en alguna ocasión que me encantan los juegos de estimulación porque es una de las mejores formas de que nuestros pequeñines aprendan divirtiéndose. En el post de hoy traigo una variedad de juegos y te explico los beneficios que tienen en tu pequeño cada uno de ellos. Estos juegos complementan los del post Juegos de estimulación 2ª parte. La segunda parte estaba más enfocada a los bebés más pequeñitos, y la tercera a los bebés más grandes (consideraré bebé de 0 a 3 años).

Me pirran los juegos con los niños pequeños, qué quieres que te diga, y si son con beneficio añadido muchísimo más. Aunque, para qué engañarnos, cualquier juego y actividad en un niño pequeño tiene un beneficio, aunque nosotros no seamos conscientes de ello.

En realidad, jugar es, a veces, pequeños momentos de interacción que todos realizamos con nuestros bebés, hacerles reír, mover los brazos, los pies, escondernos, hacer ruiditos y sonoridades diferentes, dar palmas… Todo eso es jugar, y todo ello aporta un beneficio muy positivo en nuestro bebé. El bebé a esta edad es una esponja observadora e imitadora que aprende de todo, incluso de lo que a nosotros nos parece más imperceptible. Y en eso consisten los juegos de estimulación, en jugar haciendo que nuestro peque vaya aprendiendo. Por eso me gustan tanto.

Ejercicio 1 – Pisando texturas

Nosotros esto lo hacemos infinidad de veces y a mis peques les encanta. Lo puedes hacer en cualquier parte (en casa, en el parque, en la playa, en la piscina, en el campo…). Cuanto más lo hagas y en sitios más diferentes lo hagas, mejor.

Consiste en caminar sobre superficies distintas, saltar sobre ellas, descalzarse cuando se pueda y saborear cada pisada. Ahora en otoño, una buena actividad es pasar sobre zonas de hojas secas. Es increíble lo bien que se lo pasan los niños pisando hojas, cogiéndolas, lanzándolas cuando hay muchas… y saltando a su vez sobre los charcos que van encontrando.

Lo ideal es descalzarse, para que los pies tomen contacto directo con el suelo. Aunque esto no siempre se puede hacer. Y a la vez que pisamos la zona vamos comentando lo que vemos, lo que sentimos y lo que pisamos… Cómo es el tipo de suelo (si es rugoso o liso, si está frío o caliente, si resbala, si es duro o blando…).

Y dependiendo de la edad del niño acoplamos a la actividad diferentes formas de andar (de lado, hacia atrás, agachado, saltando…).

Con este juego conseguimos desarrollar el sentido del tacto, las habilidades motrices básicas y conocer el entorno, además de una estimulación del lenguaje.

boy-358300_640Ejercicio 2 – Los bolos

Cuando mi pequeñín mayor no había cumplido los dos años le regalaron un juego de bolos. Era un juego de bolos de madera, con bola de madera y todo, para niños más mayores (menudo peligro nuestro pequeñín con este juego de bolos en casa). Hicimos una intentona pero reafirmamos nuestra postura de que este juego no era adecuado para nuestro hijo. Lo guardamos, aunque lo que sí hicimos fue preparar un juego casero de bolos, viendo la gracia que le había causado.

El juego casero lo hicimos con botellas de plástico vacías y una pelotita de goma. También se puede hacer con los tubos de cartón de los rollos de papel de cocina, o con cualquier cosa que tengas por casa. Y, por supuesto, venden bolos adaptados para niños pequeños (de goma y de plástico).

Nosotros hemos jugado mucho a los bolos y de distintas maneras, improvisando cada vez y variando el juego. La verdad es que los niños se lo pasan en grande y pueden jugar desde pequeñitos (eso sí, la dificultad irá acorde con la edad y destreza de cada niño).

Este juego es ideal para adquirir habilidad en la coordinación motora, la precisión, la fuerza, el dominio de la lateralidad y calcular las distancias.

Ejercicio 3 – Los colores

Ya te he comentado que estoy trabajando los colores con mis peques (con el mayor en inglés y con el pequeño en español), así que aprovechamos cualquier ocasión para buscar colores, ya sea en casa o en la calle.

Nos centramos en un objeto (un coche, una flor, un juguete… que eligen ellos) y pregunto de qué color es (primero se lo pregunto al pequeño para que me lo diga en español, y después nombro el color y le pregunto al mayor cómo se dice ese color en inglés).

Después, buscamos cualquier cosa que sea del mismo color que el objeto elegido inicialmente. Ellos son los encargados de encontrar cosas del mismo color, trabajamos vocabulario, colores (en español y en inglés), tamaño, forma, utilidad…

Este juego es una forma genial de aprender y ellos se lo pasan en grande. No veas qué competiciones montan buscando cosas del mismo color.

Con esta actividad trabajamos los colores, vocabulario, tamaños, formas, utilidad… Exploramos nuestro entorno, desarrollamos la memoria y aprendemos a respetar turnos (en mi caso son dos peques).

Ejercicio 4 – Equilibrio

Este juego lo hacemos prácticamente todos los días al salir del colegio, a iniciativa de mi hijo mayor (y ahora también del pequeño), que le encanta.

Consiste en caminar sobre un bordillo fino, branquil, línea, etc… En casa se puede pintar una línea sobre papel (de embalar, por ejemplo) o sobre las junturas de las baldosas.

Al principio les cuesta y si la superficie es elevada necesitarán ayuda, pero poco van cogiendo el equilibrio suficiente para hacerlos solos.

Con este ejercicio desarrollamos el equilibrio (coordinación motora), la capacidad de observación y concentración, la motricidad y la imaginación (puedes añadirle tú al juego que se trata de un puente que cruza un río, etc).

Ejercicio 5 Las pinzas

Este ejercicio nos lo recomendó la profesora de mi pequeñín mayor el año pasado, en la guardería. Consiste en coger pinzas de tender la ropa y abrirlas y cerrarlas, ponerle diferentes objetos para que pueda cogerlos con una pinza y colocarlos en una caja o cesto. Todo con la pinza. Luego se puede complicar y que lo realicen a dos bandas, con una pinza en cada mano.

Según los objetos que pongas para que recoja con las pinzas trabajarás vocabulario, números, colores, formas, tamaños…

Este ejercicio favorece la motricidad fina y la habilidad de manipulación, la coordinación óculo-manual, y el tono muscular.

Todos los juegos, cualquier juego, que hagamos con nuestros peques favorecen los momentos más importantes, que son los que pasan con nosotr@s.

Espero que te haya gustado, si te ha gustado ayúdame a compartirlo 🙂

Gracias por leerme. ¡Hasta la próxima!



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