¿Sabes qué es un Hospital Amigo de los niños? En este post te explico qué es, los principios básicos de funcionamiento y mi experiencia. Sigue leyendo 😉

Mis hijos han nacido en un Hospital Amigo de los Niños, esto no ha sido una decisión meditada, sino casualidad, ya que es el hospital más cercano a mi localidad. Recuerdo que hace unos años cambiaron las habitaciones de maternidad e infantil de dobles a individuales, decoraron toda la planta con motivos infantiles y habilitaron un cuarto con juguetes y libros para que los niños ingresados pudieran jugar allí (o llevarse algún juguete o cuento a su habitación).

La verdad es que desconocía bastante en qué consistía un Hospital Amigo de los Niños (aunque lo nombraban a bombo y platillo, y siguen haciéndolo), pero a raíz de parir a mis dos hijos allí y sufrir varias hospitalizaciones (con el mayor tres ingresos a raíz de las convulsiones febriles y la fiebre alta que sufría en esos procesos, y con el pequeño gripe A a los quince días de nacer) me hice una idea, aunque con muchas lagunas.

La acreditación de Hospital amigo de los niños deriva de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud para la humanización de la asistencia al nacimiento y la lactancia, IHAN. El objetivo de esta iniciativa es iniciar, apoyar y aumentar la duración de la lactancia materna.

hospital_amigo_ninos

La acreditación IHAN se otorga a los hospitales que cumplen los siguientes requisitos:

  1. Cumplir los 10 pasos para una feliz lactancia natural.
  2. Cumplir el Código de comercialización de sucedáneo.
  3. Tener al menos un 75% de lactancia materna exclusiva (desde el nacimiento hasta el alta).
  4. Ofrecer información y apoyo a las madres que deciden no amamantar, que también se respete y se promueva el desarrollo del vínculo con su hijo, y que se les enseñe cómo preparar y administrar los biberones de sucedáneos de manera segura.
  5. Ofrecer una asistencia al parto acorde con la Estrategia de Atención al Parto Normal del Sistema Nacional de Salud de manera que, cuando la situación clínica de madre e hijo lo permiten, se respeten las necesidades de madre e hijo y la creación del vínculo materno-filial, y se apoye el inicio precoz de la lactancia.

Mis estancias en el hospital han sido muy diferentes unas de otras, tratándose de un hospital público y en tiempos de crisis puedes imaginar las carencias que, como hospital, he sufrido. Un ejemplo eran los desayunos que me daban después de dar a luz: como tengo intolerancia a la lactosa me traían una manzanilla y un paquete de cuatro o cinco galletas maría. 

Apoyan la lactancia materna a demanda y te favorecen para que tu retoño esté al pecho todo lo que quiera. En mi caso, que tenía a mis retoños prácticamente todo el día en la teta, les alegraba vernos así.

Favorecen el contacto piel con piel y que la mamá esté en todo momento con su recién nacido (lo separan de ti escasos minutos para pesarlo, revisarlo, y bañarlo).

En un parto normal sin complicaciones justo después de nacer te lo colocan un momento sobre ti, para que lo veas, mientras expulsas la placenta y terminan de coserte y lo que tengan que hacerte lo pesan, lo asean y le hacen el test de apgar, y te lo entregan (todo ello dentro del paritorio). Una vez fuera te llevan a la sala de dilatación y te colocan a tu pequeñín al pecho.

Si el nacimiento se ha producido por cesárea, mientras la mamá está recuperándose (antes de subirla a la habitación), el piel con piel lo hacen con el papá. Es una escena muy tierna.

Desde mi punto de vista esta iniciativa es genial y muy beneficiosa, pero debería incidir en el comportamiento de los diferentes profesionales (pediatras, matronas, ginecólogos, enfermeras y auxiliares). Resulta una lotería depende de quién te atienda, tanto en lo que te diga como en el trato. Aunque el IHAN deja claro que eso no es competencia de ellos, sino de la gerencia del hospital y otros organismos oficiales.

Mi primer parto no tuvo nada que ver con el segundo. El trato y ayudas recibidas fueron totalmente diferentes. Y en posteriores ingresos tuve ocasión de conocer enfermeras amables y cariñosas, pero también sufrí otras que rayaban el despotismo. Con el tiempo  (las diferentes estancias y las diferentes amigas que han ido pasando por allí) me doy cuenta de que las amables y respetuosas suelen ser siempre las mismas, y las poco respetuosas también.

Los niños pueden jugar en un cuarto repleto de juguetes muy variados y para diferentes edades. En ese cuarto también tienen una pequeña biblioteca infantil, que me parece algo maravilloso. Mi pequeñín mayor los días que estaba mejor iba a jugar y se lo pasaba en grande, también podíamos llevarle los juguetes a la habitación (estuvo con la vía puesta y era un rollo moverlo del cuarto), leíamos cuentos, y eso hacía que esas horas estuviera más entretenido.

Las paredes de toda la planta están pintadas con motivos infantiles y queda realmente bonito y alegre.

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¿Conocías esta iniciativa o algún hospital amigo de los niños? ¿Te ayudaron a iniciarte en la lactancia materna?

(La información la he sacado de la página del ihan)

Espero que te haya gustado, si te ha gustado ayúdame a compartirlo 🙂

Gracias por leerme. ¡Hasta la próxima!



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