Hoy te cuento las quince últimas trastadas de mis peques, travesuras que no siempre me hacen gracia, pero ahí va su aprendizaje. Sigue leyendo 😉

Pues sí, las trastadas o travesuras de nuestros peques son normales. Tienen ansia por conocer, descubrir y aprender, y esta es una forma de aprendizaje más: jugando. Si el juego no comporta peligro no hay problema, el problema es que, a veces, resulta un poco molesto para los padres.

Mis peques llevan unas semanas bastante alterados, y cuando digo alterados me refiero a que no paran, juegan muy movidos, y hacen sus trastadas, claro.

Así que se me ha ocurrido escribir este post para compartir contigo las últimas trastadas de mis peques.

1.- Tirar al wc un paquete de compresas. Sí, como has oído. Y no el paquete entero, sino de una en una. Casi  me da algo. Estaban metidas a presión y, por supuesto, todas mojadas. ¿Cómo lo hizo? Pues abriendo el armario del cuarto de baño, cogiendo el paquete y poniendo una a una las compresas en el wc. Si piensas que tuvo mucho tiempo para hacerlo te diré que no. Mi peque Pequeño es muy muy rápido para hacer sus «fechorías». Pusimos un cierre de seguridad en la puerta por fuera, pero no ha dado resultado.

2.- Vaciar rollos de papel al wc. Y es que tienen una fijación con el wc… Esto lo hacen los dos, en esos momentos en que tú estás haciendo algo, oyes que ya no pelean, escuchas alguna risa y te acercas porque sabes que alguna están haciendo… Pues estas cosas, por ejemplo.

3.- Tirar juguetes al wc después de haber hecho caca. Pues sí, mi peque Mayor haciendo caca. Mi peque Pequeño tirando los juguetes allí. Mira, que da mucho asco, como si no tuviéramos suficiente con todas las cacas que limpiamos para que encima manchen más cosas…

4.- Arrancar teclas del ordenador. Sí, como lo oyes. Seguramente ni se te había ocurrido que se podían arrancar. Pues aquí me tienes a mí, escribiendo sin la tecla del tabulador. Menudo rollo. Esto fue mi peque Mayor. Me descuido y me arranca varias teclas del portátil. Las otras las pude poner, pero la del tabulador no hay forma. Si sabes cómo se hace y me quieres ayudar te lo agradeceré 😉

5.- Pintar la pared del pasillo. ¿Quién fue? Pues entre los dos. Y quien dice pared dice suelo, que también lo han pintado.

6.- Pintar el armario de su dormitorio. No te puedo poner la foto porque se lo hice borrar a él. Sí, esto lo hizo mi peque Mayor, afortunadamente con lápiz. El mueble no ha quedado igual, pero el rallajo se ha ido. Y mi hijo tomó conciencia de lo que supone limpiarlo. Le di una goma de borrar y él se encargó de realizar la tarea de limpieza.

7.- Romper cuentos, y en especial, romper un cuento sonoro nuevo. Sí, sí, recién estrenado… Esto fue mi peque Pequeño. Me enfadé muchísimo… era nuevo. ¿Cómo lo pudo romper en un momento? Pues a lo bruto, porque se trata de un cuento para niños pequeños, y se supone que resistente.

8.- Tirar el mando de la tele en el cubo de fregar (lleno, por supuesto). Ya sabes los pasos a seguir, desmontar mando y dejar secar. Afortunadamente volvió a funcionar.

9.- Poner debajo del grifo (con el agua cayendo a chorro) el cargador del cepillo de dientes (sí, mi hijo pequeño tiene fijación con el agua…).

10.- Romper el mando de la otra tele (un mando lo tira dentro del agua y el otro lo rompe utilizándolo de martillo), ejem… ¿algo contra la tele?

11.- Vaciar todas las llaves del portallaves y mezclarlas con las llaves viejas (¿cuál es cuál?).

12.- Untar crema del culete por toda la cara. A parte de vaciarme el bote, no veas la faena para quitar los restos de crema. Esto se lo hizo el Mayor al Pequeño. Si es que no te puedes descuidar ni un segundo…

13.- Vaciar cajones. Y lo digo genéricamente porque lo han hecho con sus cajones de ropa, como con los míos… Cualquier armario o cajón al que tengan acceso y no tenga un cierre de seguridad es susceptible de ser vaciado o investigado. ¿Todos los cajones tienen que ir con cierre de seguridad?

14.- Comerse una pastilla de hierro pensando que era un lacasito. Esto lo pongo como una trastada, pero menudo susto nos dio. La dejé preparada para tomármela con el zumo y… desapareció. Afortunadamente era una pastilla de hierro, pero bien podía haber sido otra cosa… ¡Cuidado con los niños! Son un peligro andante.

15.- Cambiar el programa de la lavadora… ¡¡¡a 60º!!! Menos mal que eran trapos y toallas viejas… pero la que podía haber liado de ser otro tipo de ropa.

Y estas son las últimas trastadas que recuerdo… Hay muchas más, pero me quedo con estas, que son las más recientes y que ahora mismo recuerdo.

¿Y a ti te hace trastadas tu peque? ¿Coincides en alguna conmigo? ¿Cuál es tu lista de trastadas?

¡Gracias por leerme!

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Besos y hasta la próxima. 



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