Aquí me  tienes… Tres semanas después vuelvo a la carga con muchos cambios, escribiendo casi con miedo, sin saber muy bien qué contar, pero con muchas ganas de contar, de volver a la rutina y de escribir, de escribir mucho.

¿Por qué este parón?

De repente un día te levantas, enciendes el ordenador aún sin tomar el té, abres el blog y… lo vuelves a cerrar. Sí, necesité parar. Han sido tres semanas de desconexión totalmente necesarias para poder continuar.

Y es que llevar un blog exige mucho, y ese mucho se me juntó con varias semanas de gastroenteritis, resfriados, fiebres y bronquitis de mis peques… Y, por supuesto, los virus que cogen mis retoños, los cojo yo también. Y yo también he pasado por una gastroenteritis, dos resfriados y días con fiebre… Así que si unimos todo, la mezcla es bastante estresante, la verdad.

Todo influyó, así que hice lo que mejor podía hacer: descansar.

Blog renovado

Y aprovechando el parón terminé de «pulir» las cosas que me faltaban para poder reaparecer con mi nuevo blog. Sí, por fin soy dueña de mi alojamiento, menuda mudanza.

La verdad es que me metí en este embolado sin saber por dónde saldría, y tengo que decirte que me ha costado mucho. Mucho tiempo y mucho esfuerzo.

Y es que yo no soy informática, ni programadora, ni diseñadora… nada de nada. Sé lo que quiero, sé lo que me gusta… pero de saberlo a saber hacerlo es otra cosa. Pero, claro, o me lanzaba a esta odisea yo sola haciéndome la valiente (o la temeraria, quien sabe) o me quedaba sin blog nuevo (que me apetecía muchísimo). Contratar a alguien para que me lo hiciera no era factible en este momento, así que… me lancé 😉student-849825_960_720

Y aquí estoy, como verás, todo es nuevo, he realizado algunos cambios de estructura del blog y… he hecho lo que he podido, y te aseguro que hacerlo sin conocimientos y de modo autodidacta cuesta un mundo. Y algo así me ha costado, porque me he pegado varios meses haciendo lo que ves.

Voy a seguir trabajando en él, hasta dejarlo como me gusta (incluyendo el logotipo), y supongo que irán saliendo fallos que tendré que ir resolviendo (espero no quedarme sin blog por el camino, jaja), así que si ves alguna cosa que no funciona bien o algo que chirría por ahí te agradeceré que me lo digas.

Y todas las ideas para mejorarlo… todas, todas… serán bienvenidas 🙂

¿Y ahora qué?

Pues ahora voy a continuar en la misma línea que siempre, pero con un cambio importante, y es que voy a publicar menos contenido.

Voy a intentar llevar el blog de una forma más relajada y disfrutando más, sin agobios de fechas ni obligándome yo misma a publicar determinados días y determinados post a la semana. No, ese no era el fin cuando decidí abrir este blog.

Hasta ahora estaba publicando tres post a la semana, pues ahora voy a dosificarme un poco, publicaré menos y sin horarios rígidos. Quiero decir, que los post de El Rincón Educativo no serán todas las semanas, y no tendrán por qué ser los lunes (como venía siendo hasta ahora).

Voy a intentar llevar el blog de una forma más relajada y en la que pueda disfrutar más haciéndolo, escribir como me gusta y disfrutar más tiempo y de más calidad con mi familia.

Sí, llegó un momento en que los ratos familiares  estaban invadidos por el blog, los momentos con mis hijos, con mi marido… No, eso no es lo que quiero. Y tengo que decirte que con estos cambios seguramente saldremos ganando todos: tú y yo 🙂

Al fin y al cabo de eso se trata, ¿no?

Gracias

Y no puedo terminar este post sin expresar mi agradecimiento infinito y mi total cariño hacia las personas que se han interesado por mí durante este tiempo. Esto vale millones: ¡gracias!

Y muchas gracias por leerme, por seguirme y por estar ahí… Un beso enorme 🙂



Pin It on Pinterest

Share This