¿De repente tu peque tiene miedo al baño? Y cuando digo baño me refiero a bañarse, sí, a meterse en su bañera con sus patitos y sus juguetes. En el post de hoy voy a contarte mi experiencia con el miedo al baño repentino que le entró a mi peque Mayor cuando tenía 13 meses. ¿Qué pasó y cómo lo solucioné? Sigue leyendo 😉
Poco después de que mi retoño mayor cumpliera su primer año, le entró un miedo al baño que me preocupó bastante, fue de repente, de un día para otro, y yo al principio no sabía qué le estaba pasando, ni por qué. Pasó de disfrutar muchísimo bañándose y jugando con sus juguetes durante el baño, a entrar en pánico cuando se acercaba a la bañera.
Después de mucho pensar llegué a la conclusión de que lo único que podía haberle asustado (aunque en aquel momento yo no me diera cuenta) fue que le aclaré la cabeza con la ducha. No le gustó, se quejó y yo cerré el grifo y dimos por concluido el baño, puesto que ya había terminado de lavársela.
Después de eso, él estuvo contento y yo no noté nada. Pero, efectivamente, eso le había asustado, y aunque no lo exteriorizase en ese momento, sí lo hizo al día siguiente.
Y es que los niños, cuando lloran, siempre tienen un motivo. Así que si te sucede algo parecido con tu peque, lo primero que tienes que hacer es analizar qué pasó el último día que lo bañaste. Algo le asustó, aunque a ti te pasara inadvertido. Hay que escucharles siempre, aunque a veces nos resulte difícil.
Me costó muchos días conseguir que perdiera el miedo a entrar en el agua, y estuvo bastantes días sin lavarse la cabeza. Tardó en volver a disfrutar como antes, pero una vez superado del todo, el miedo quedó atrás y disfruta como nadie jugando durante su baño. De hecho, cuando digo «al baño» corren mis dos peques a quitarse la ropa para meterse en la bañera. Es uno de sus momentos preferidos 🙂
Así ayudé a mi hijo a superar el miedo
Tengo que decir que yo suelo respetar sus ritmos, no me gusta forzarles, sobretodo cuando de miedos se trata, considero que es la forma de ayudar a mis hijos a superar lo que les esté angustiando o frenando. Cada padre y madre es un mundo y tiene sus formas de hacer las cosas, pero considero que para superar cualquier cosa hay que ir al ritmo de la persona, y no nos debemos olvidar que un niño es una persona que está creciendo, aprendiendo y sintiendo.
LLevé la trona al cuarto de baño con sus juguetes y dejaba la mámpara abierta para que me viera, yo le decía cosas cariñosas y le sonreía mucho, para que me viera feliz.
Cuando vi que estaba más receptivo empecé a entrar en la bañera, con él en brazos, tranquilizándolo, sentarse poco a poco, y una vez sentada en la bañera, con él encima empezar a jugar con él agua… sin prisa y como digo, con mucha paciencia, y así poco a poco hasta conseguir que se quedase solo en la bañera otra vez.
Lo que más costó, evidentemente, fue volverle a lavar la cabeza.
Estuve buscando unas viseras que venden para estos casos, para poder lavarle la cabeza a los niños sin que les caiga el agua o jabón por la cara (porque a la mayoría de niños no les gusta), pero conseguí que mi peque aguantara la cabeza mirando hacia el techo cuando se la lavo, y desde entonces lavamos la cabeza así.
Pero todo este proceso fue largo, fueron varios días y cada día avanzando un poquito más, a su ritmo, despacio, sin prisa, con paciencia y con mucho amor.
Aquellos días, como puedes imaginar me angustié mucho, llegué a sentirme muy culpable, pensando que había creado un trauma a mi hijo y perdiéndome en mil paranoias mentales, ya sabes lo que nos pasa por la cabeza a las mamás, sobretodo a las mamás primerizas de bebés. Y sobretodo porque, aunque todavía no lo sabía, ya estaba embarazada de mi pequeñín Pequeño 😉
Busqué información en internet y encontré opiniones y consultas de mamás a las que le había sucedido exactamente lo mismo que a nosotros: de repente, el niño pequeño había cogido miedo (más bien terror) a bañarse. Y solía ser por cosas parecidas a la que le sucedió a mi hijo, o en otros casos por algún trago de agua… en todos los casos el inicio del miedo era una situación que les había asustado.
Con mi pequeñín Pequeño nunca llegué a tener ese problema. Empezó a disfrutar del baño cuando se hizo un poquito más mayor y empezó a jugar, además al compartir baño con su hermano disfrutan un montón los dos. Pero nunca he utilizado la ducha directamente sobre su cabeza, y tampoco le gusta que le caiga agua sobre la cara. Antes no le importaba, pero a medida que ha ido haciéndose mayor, me ha empezado a costar más lavarle la cabeza. Ahora estoy intentando que mantenga la cabeza mirando hacia el techo para que no le resbale el agua por la cara, cuando lo consiga, tendremos otra batalla ganada 😉
¿A tí te ha pasado esto alguna vez? ¿Cómo has solucionado el miedo a bañarse de tu peque?
Gracias por leerme. Si te ha gustado, ayúdame a compartirlo 🙂 ¡Hasta la próxima!
Hummm… a mi también me suena de que igual se asustara con lo de aclarar la cabeza. No sé donde leí de que a los niños les molestaba enormemente eso y lo relacionaban… pos que no me acuerdo con qué lo relacionaban :-/
El mío también detestaba que se le echara agua encima hasta hace bien poco. De hecho montaba cada numerito que asustaba, jajaja
Aún así, nunca tuve problemas para meterlo en la bañera.
De todos modos, muy instructivas las pautas que das! 😉
A mí me preocupó bastante, porque de verdad que estaba atemorizado, y es un niño que no es miedoso, pero evidentemente le asustó el chorro de la ducha. Creo que cuando empiezan a hacerse mayores van siendo más conscientes de todo, y por eso empiezan a molestarles cosas que antes les daba igual, a diferenciar más los sabores en la comida y por tanto tener ya preferencias más marcadas… En fin, que tal cual vamos andando vamos aprendiendo (nosotras como madres 😉 ) ¡Un besazo!
Serán fases que tienen estos peques! 😉
Ayyyy! Nosotras hacemos una carrera con master, DEA, y doctorado incluido! No paramos de aprender, eh? 😉
Besazos!
Ya te digo… ¡Y qué complicado es! Sobretodo porque muchas veces hasta que encontramos lo que les pasa… ¡Beso!
Nuestro Peque no ha cogido miedo a bañarse, pero desde que se mantiene de pies siempre a preferido ducharse… lo de estar sentado no le gusta.
Lavarse la cabeza creo que a ningún niño le gusta ;). Yo de pequeño lo odiaba, pero si lo hacía mi hermana no me entraba ni una gota en los ojos 😀 y para darme más seguridad me ponía una toalla pequeña en los ojos así si caía agua se quedaba en la toalla 😉
A mí me sorprendió que fuera de un día para otro, imagino que es lo que he comentado en otro comentario, que a medida que van creciendo van haciéndose conscientes de todo. Lo de la toalla no se me había ocurrido, muy buena idea 🙂
Muy buenos consejos como de costumbre 🙂
En nuestro caso solo recuerdo una vez en casa de mis suegros, nos quedamos unos dias y hacía mucho frío, aunque no decía que era por eso, lloraba por no ducharse, luego se le paso
Claro, es que con frío a cualquiera le apetece bañarse… Mejor que no cogiera miedo, lo pasan mal ellos y nosotras. Un beso
Ui, a mi me pasó que de encantarle el agua pilló un PANICO increible a la piscina o la playa, que era acercarla y como si la quisieran matar, nos costó varios meses, mucho trabajo día a día y a hora la ves en el agua y jamás dirías lo que pasamos… Lo de lavarle el pelo ha sido un drama siempre pero por suerte la bañera le encanta, ahora ya también hacemos lo mismo de mirar al techo y ir con muuuuuuuuucho cuidado, porque el agua en los ojos o en las orejas es el mal xD
Sí, no sólo los ojos, las orejas también les fastidia un montón… Yo desde entonces voy con extremo cuidado en los lavados de cabeza 😉 Cuesta mucho quitarles ese pánico, ¿verdad? Y es de un día para otro y, aparentemente, sin motivo. En fin, menos mal que aunque cuesta mucho que vuelvan a disfrutar y necesitamos muchos días y paciencia infinita, una vez se consigue nadie diría el miedo que les daba. ¡Disfrutan un montón! Gracias por pasarte por aquí y comentar 🙂
A mi enana le paso algo parecido, perdió el gusto por ir a la bañera, fue cuando tenía año y medio o así. ¿Solución?. Probé a meterla en la ducha conmigo y hoy por hoy, dos años después, es lo que más le gusta. Lo pasamos fenomenal, y disfrutamos mucho del rato juntas. Alguna vez la meto en la bañera pero sigue prefiriendo la ducha. Y además a mi me viene de perlas porque tardamos la mitad de tiempo.
Qué bien que lo solucionaste fácil, y además conseguís doble efecto: compartir ese rato juntas y terminar más rápido. Mis peques no quieren saber nada de la ducha, disfrutan mucho con el baño. Además, como se bañan juntos se lo pasan en grande. Eso sí, tardamos más que si los ducháramos… Pero también me gusta que tengan ese ratito para disfrutar con el agua y sus juguetes (que cada vez meten más en la bañera). ¡Gracias por comentar! 🙂
Hiciste una desensibilización como decimos los psicólogos en toda regla!! jejeje el momento del aclarado de cabeza es de lo más sensible (yo lo pasaba fatal de peque y en la peluquería lo paso bastante regular aun). Lo hiciste fenomenal y prueba de ello es q te funcionó y a tu peque se le pasó el miedo. Lo importante es respetar el ritmo del niño pero tampoco evitar la situación a toda costa que eso solo consigue alimentar el miedo. Y eso, pensar mucho en qué es lo que ha podido darle susto y con mucho mimo ir haciendo aproximaciones muy pequeñitas y todo muy tranquilas!! Fenomenal!!
¡Gracias por tu aportación, Alma de mami! Tú sí que lo has explicado fenomenal 🙂 No sabía que se llamaba «desensibilización» a lo que hice, me dejé llevar por el instinto o más bien por mi hijo. Creo que, como bien dices hay que respetar siempre los ritmos del niño, eso es vital para que todo vaya bien. Y eso es lo que intento siempre con mis hijos. Un besote
Lo de que el agua les caiga por los ojos, no les gusta nada de nada. A los míos era la parte que odiaban. Siempre les aclaré la cabeza echada hacia atrás, para que ninguna gota se les colara en los ojos. Con el gustazo que es, que el agua te caiga por encima, mojándote toda la cara. En fin, todo tiene su momento y a esas edades, meter la cabeza dentro del agua lo llevan fatal. My buenos consejos, gracias.
Leerte y me entran unas ganas de meterme bajo la ducha… Pero como tú dices, todo tiene su momento y seguro que cuando sean mayores les encanta como a nosotras 😉
Uy pobre, pues al mío le encanta todo,menos que le tire el agua por la cara. Así que ya hace tiempo que le enseñé a ponerla hacía atrás para lavar el pelo para que no se cabree. En cambio, en la piscina el cabrito si mete la cabeza debajo del agua así que la lógica no se la encuentro ajaj.
por cierto, has cambiado el blog!!
Sí! Aproveché el parón que hice en febrero para cambiar el blog y tener mi propio alojamiento. Todavía estoy en proceso porque esto es un jaleo y como lo hago yo todo sin tener ni idea… pues se me hace difícil, la verdad. Pero bueno, poco a poco a ver si lo voy terminando y dejando a mi gusto. Lo del agua por la cara creo que es común en casi todos los niños, lo de la piscina es otra historia, jeje 😉 ¡Besos!
A mis hijos les encantaba el baño y jugar en la bañera pero no soportaban que les lavara la cabeza, asi que despues del baño y el juego intentaba lavarles la cabeza lo mas rapido posible era toda una odisea gritaban lloraban y no paraban de moverse, afortunadamente son etapas al hacerse un poco mas mayorcitos el problema paso (pero siguio encantandoles el baño) Un abrazo.
Es que no suele gustarles, lo importante es que no cogieron miedo. Como tú dices, son etapas. Seguro que luego incluso disfrutaban con la cabeza bajo el chorro de agua 😉 Un abrazo, guapa
Hola!!
A mí con la mayor no me pasó, pero si recientemente con la pequeña, con 24 meses, y fue porque el día anterior de forma inesperada, salió agua fría
Me ha gustado mucho tu forma de gestionarlo, yo estoy haciendo la misma estrategia. Un abrazo!!
¡Gracias! Si es que al final nuestro instinto como mamás es la mejor guía para hacer las cosas, eso y respetar siempre sus ritmos. A mí me funcionó muy bien y desde entonces el baño es uno de sus momentos preferidos, espero que a tu peque se le pase muy pronto y volváis a disfrutar. Se pasa muy mal cuando los ves con tanto miedo. Un abrazo enorme