Acabo de llegar de vacaciones. Hacía seis años que no marchábamos de vacaciones, sólo unos días que nos escapamos con unos amigos en nochevieja a una casa rural, y este año (¡por fin!) hemos podido marchar una semanita a la playa.
Fue algo no planeado, queríamos marchar pero teníamos que solucionar antes unos temas pendientes, la cosa se complicaba y al final reservamos de una semana para otra en el único hueco que quedaba en un camping que nos había encajado (por precio y sitio).
Lo teníamos claro: aunque nos encanta la montaña (mi marido y yo somos de montaña y poco de playa), queríamos playa. Por los niños. Todavía no habían ido nunca a la playa y estaban como locos imaginando todo lo que harían en ella.
Y vaya que si hicieron… El destino fue genial, una zona tranquila, en la costa y pegaditos al mar. Desde nuestro bungalow veíamos el mar a escasos 10 metros… Con eso yo ya soy la mujer más feliz del mundo. Y sí lo fui, lo fuimos todos.
Desconectamos, reímos, jugamos… Los peques disfrutaron al máximo, tanto que no querían volver a casa 😉 . Realmente nos ha costado retomar la rutina, y creo que a mí a la que más. Necesitaba esa desconexión, pero desconectar de verdad.
Llevo unos años complicados, y este no ha sido para menos. Mi padre ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente de algo grave y, aunque afortunadamente todo ha salido bien, ha sido duro.
Con eso solucionado y otros temas importantes que se van resolviendo, intento disfrutar al máximo de mis pequeniñes, así que este verano se lo estoy dedicando plenamente a ellos.
Intento no madrugar ni regirme por horarios estrictos (para eso ya tengo el resto del año), aunque no es que me levante muy tarde. Así aprovecho y estudio un curso que estoy realizando y que me vendrá muy bien para un proyecto profesional que espero iniciar de cara a enero.
Con lo que, como puedes deducir, todo ese tiempo se lo quito al blog. Pero no lo dejo, sólo necesito este parón veraniego, para descansar, desconectar, reorganizarme y mejorar el blog. Sí, porque si te soy sincera no me gusta nada de nada.
No me gustaba antes estéticamente, pero desde que migré mucho menos. Así que va a haber cambios importantes y espero que sean para mejorarlo muchísimo (esta vez he buscado ayuda para el diseño y los detalles técnicos, me he dado cuenta de que yo sola no puedo con todo).
Y además de cambios estéticos también quiero hacer cambios en su contenido… ¡Y hasta de nombre!
Precisamente este mes cumplo dos años con el blog… Pero eso será a la vuelta… En septiembre nos vemos… ¡¡¡Feliz verano!!!
Mil besos,
Puf que gozada de vacaciones. Me alegro de que tu padre esté mejor. El blog esta genial pero si tú quieres darle un cambio estaremos encantadas de ver el cambio. Besos.
Pues la verdad es que han sido maravillosas, aunque cortas 😉 No sé si conseguiré darle al blog el cambio que quiero, pero espero que sí, porque creo que hace falta y yo lo necesito. Nos vemos a la vuelta, y espero que disfrutes mucho del verano. Un beso enorme
Un descanso bien merecido!! Para disfrutar de los peques, para relajarte y desconectar y coger ideas nuevas!! Me alegro de q tu padre esté mejor y de q tengas tantos poryectos en la cabeza, seguro q poquito a poco van saliendo!! A ver qué sorpresas nos preparas!! De momento disfruta de tu descanso. un besote!!
Muchas gracias, voy a intentar disfrutar del verano todo lo que pueda, descansar, desconectar y volver con más fuerza y mejor. Feliz verano. Un beso enorme
Que vacaciones más geniales!!! Sigue disfrutando del verano que siempre pasa demasiado rápido 🙁
¡Sigo disfrutando! La verdad es que este verano estoy aprovechando al máximo con mis peques, tanto que… ¡Se me está haciendo muy corto! Espero que tú también estés disfrutando muchísimo. ¡Un abrazo! 🙂