No sé si te habrá pasado alguna vez, y ya estás sobre aviso, pero, por si acaso, hoy te cuento lo que me pasó este verano durante las vacaciones.
Me pilló desprevenida y no supe reaccionar, pero luego me dio mucha rabia.
Te cuento por qué.
Decidimos hacer un crucero por el Delta del Ebro, no veas la emoción que llevaban mis peques.
Antes de empezar, ya sentados en nuestros asientos, mi marido fue al baño. En ese momento apareció una chica y sin decir nada hizo una foto. A mí y a mis hijos.
No supe reaccionar, porque fue cuestión de unos segundos y marchó.
No me gustó la forma en que lo hizo, que además ni siquiera estábamos todos y yo ni miraba a cámara en ese momento. Me dio rabia pero no dije nada, y pensé que sería la típica foto que luego pagas si quieres (porque a estas alturas sí sabía que no la iban a obsequiar).
El crucero fue muy chulo, los críos disfrutaron de la travesía y admiraron maravillados todo el paisaje, las aves y el movimiento del catamarán (que para ellos era un barco en toda regla), y presumían felices de ir en barco 🙂
Cuando terminó la travesía, antes de bajar ya divisé horrorizada qué habían hecho con la foto: ¡unos platos!
Quizás piensas que soy una exagerada, pero a mí me horrorizó y me pareció un delito en toda regla. ¿Con eso qué hacían, forzar a comprar los platos a un precio desorbitado?
Mientras bajábamos las escaleras del catamarán pude contemplar la foto en el plato de porcelana. Ahí estaban mis retoños sonrientes, mirando a cámara. Yo miraba para otro lado, y mi marido no estaba. Pero eso a la fotógrafa le daba igual. El negocio eran los niños.
La indignación me subió como una oleada y cuando la chica se acercó a nosotros para vendernos el plato se llevó una buena reprimenda por mi parte. Pero sólo eso. No dijo nada, se giró y se fue hacia otro cliente.
Había hecho una foto sin consentimiento y ni siquiera le había importado que no estuviéramos todos.
No compramos el plato. El precio me pareció abusivo y la forma de actuar delictiva y traicionera.
Pero me quedé rallada con ese tema durante casi toda la tarde. Mi marido me decía que lo olvidara, que ya estaba hecho y no conseguíamos nada amargándonos, que para otra vez estaríamos más previsores.
Y sí, tenía razón. Pero yo sólo pensaba en que la foto de mis hijos estaba allí, en ese plato, a merced de unos desconocidos que comerciaban con malas praxis.
Y es que intento cuidar al máximo la imagen de mis hijos. Nunca los muestro públicamente, ni en el blog, ni en las redes sociales privadas, ni siquiera en el whatsapp…
¿Y viene una desconocida a hacer negocio con su imagen?
No me gustó. Dejar la foto allí tampoco.
Aún hoy me lamento de los pocos reflejos que tuve, o de no haber ido a la chica después de hacer la foto para que la borrara de su cámara… No sé, son segundos, y a veces por mi timidez no reacciono cómo me hubiera gustado hacerlo.
Creo que esa es una de las cosas que tenemos que hacer los padres: proteger a nuestros hijos. Y yo veo que proteger su imagen de un entorno público, comercial y a veces peligroso, es una de ellas.
No quiero extrapolar este tema más allá de lo que fue, una foto en un plato. Pero yo no sé qué hicieron con ese plato, seguramente romperlo o imprimir otra imagen encima (no sé si eso se puede hacer), no quiero pensar que tengan a mis hijos en el expositor de su tienda.
Pero ahí tengo la duda… Eso sí, una cosa tengo muy clara, y es que no me volverá a pasar algo así 😉
Por cierto, te recomiendo la zona, es realmente bonita.
¿Qué hubieras hecho tú? ¿Te ha pasado algo así alguna vez?
¡Feliz semana!
Yo me habría quedado parado sin saber que hacer. Hace tiempo antes de tener al Peque en el monasterio de piedra al entrar, sin darnos cuenta tenía un búho en mi brazo y luego me hicieron la foto… Me quede un poco parado por casi ni preguntar.
Pues eso me pasó a mí, pero para otra vez ya no me pillará así. Es que no me gustó nada la forma en que lo hizo, supongo que esa es su forma de ganarse la vida, y haciendo fotos en un momento sin preguntar colarán más a la hora de pagar. Y mucho más en sitios turísticos y tratándose de niños. Porque la chica ni se esforzó en hacerla bien (que saliera yo mirando o mi marido). Lo que me terminó de descolocar fue ver la foto impresa en un plato de cerámica… al ser ahí le di más importancia. Seguro que ahora si te hicieran otra foto o se la hicieran a tu peque reaccionarías de otra manera… Si es que funcionamos así, a base de aprendizaje 😉 ¡Un abrazo!
Me parece fatal que no te pidieran permiso, en especial cuando hay niños por medio, de hecho con el tema de la privacidad de los niños podrías haber tomado incluso medidas para que se deshicieran del platito creo yo. Qué vergüenza que pasen estas cosas.
Pues sí, pero no supe reaccionar en ese sentido. Creo que por eso estuve con esa mala sensación toda la tarde. Me sentó fatal, de verdad… En fin, si te pasa, ya sabes… ¡Besos!
El otro dia estabamos en el fnac y un chico le hizo una foto a mi hija, me quede indignada pero no me movi pero al decirlo al papi el de seguridad nos oyo y fue a buscar al chico para decirle que no podia hacer fotos y entonces aproveche para ir hasta el y preguntarle si le habia hecho alguna foto a mi hija y me contesto que eran fotos generales pero que si queria las borraba y lo hizo en ese momento ahora de generales era mi hija sola. Si me hubiera dicho una vez hecha que habia hecho esas fotos para tal o cual y me hubiera parecido bien no le habria hecho borrarlas lo que me fastidio mas fue que las hiciera sin mi permiso y se largara
Hola, Shasha, lo que tú comentas me parece todavía peor… A lo mejor vio a una niña bonita y como fotógrafo le hizo gracia, pero no está bien. Suerte que os oyó el de Seguridad y supisteis reaccionar. Porque ¿luego que hace con esas fotos? A mí me parece que hicisteis muy bien, yo me arrepiento de no haberle dicho a la chica que borrara la foto. Muchas gracias por comentar y compartir tu experiencia. Un abrazo
Me parece fatal que te hicieran algo así… Yo también soy muy cuidadosa con la imagen de mis hijos, pero no sé si habría sabido reaccionar tampoco, lo que sí sé es que mi marido es aún más cuidadoso si cabe, no le gusta nada esto de publicar la vida de los hijos en redes sociales, y tampoco los ponemos de perfil de whatsapp, porque cualquiera te puede copiar la foto y hacer con ella lo que le venga en gana. Está bién que le des visibilidad al tema porque los que pensamos así somos bichos raros, está muy normalizado, y es más grave de lo que a simple vista parece… Excelente entrada!
Muchas gracias, y es que nosotros hacemos como vosotros, ni fotos de perfil en el whatsapp ni en ningún medio público. Como padres, creo que es nuestro deber cuidar su imagen, porque como bien dices… no sabes quién va a ver esa foto ni qué uso va a hacer de ella. Yo confío en que rompieran el plato, pero ahí me ha quedado la espinita de la duda. Muchas gracias por vuestro comentario 🙂
me dejas poner el enlace en mi blog? Quiero hablar sobre el tema publicar fotos, sí o no…
Sí, claro, enlázalo sin problemas 🙂 Es que es un tema que da para mucho… ¡Gracias!
¡Hola! Nosotros íbamos un día por la calle y una señora se paró para hacer una foto a mi hijo. Me quedé un poco de piedra, y simplemente metí prisa al niño para que al menos saliera movida la foto (!), a ver, igual la señora no tenía ninguna maldad, pero si no la conozco de nada, ¿a qué viene hacer la foto sin permiso?
Hola, Marta, me has dejado de piedra… ¿Será normal ir haciendo fotos a los niños sin permiso? Es que en un comentario en este post también han comentado de un chico que hacía fotos a su hija. Yo pienso como tú, a lo mejor le hacía la foto porque le cayó en gracia el niño, pero… ¿sin pedir ni siquiera permiso? A mí no me parece normal, pero al parecer hay gente que lo hace… Yo ahora ya voy precavida en ese sentido y creo que mi reacción sería distinta. La experiencia es un grado, dicen 😉 Muchas gracias por tu comentar!!!
Puff a mí el tema fotos a los niños me pone los pelos de punta. A mí me paso que una niña de unos 9 años se hizo con Pichí una foto con su movil y luego me quedé dandole vueltas y tendría que haberle dicho que no pero pufff no sabia como decirselo a la niña!! Con desconocidos de momento no me ha pasado pero creo (o espero) q me cortaría menos. A Alma de Papi si le ha pasado y ha pedido educadamente que las borraran. Lo que yo digo, si yo no publico fotos de mis hijos, ¿por qué tú si te crees con el derecho de hacerlo? Yo hubiese reclamado el plaato a lo mejor, o que lo rompiesen o algo, total si tu no lo vas a comprar… Que dificil!! 🙁 Un besote!
Pues sí, tenía que haber hecho eso, pero no supe reaccionar, sólo mostrando mi enfado… fue cuestión de segundos. Si la foto la hace un niño sí que es más complicado reclamarle, aunque hoy en día tal y como están las cosas con el tema de internet, redes sociales y tal… Además, que estamos hablando de menores. No sé, que a lo mejor nos preocupamos demasiado, pero yo también pienso como tú. Un beso, guapa 🙂
Creo que las fotos a los peques deberían de pedir permiso a los papas antes de hacerlas, yo a los de mis amigas aveces les pido permiso, a mi sobrina nunca pido permiso la verdad, pero a los demás siempre, pero es de lógica, no?
Un beso!
Que sea un familiar quien las haga vale, pero un desconocido… Eso es inadmisible, aunque por desgracia muchas veces lo admitimos…
Hola Teresa! Bueno, lo lógico es que te pidan consentimiento, a mí nunca me la han hecho sin permiso en lugares como por ejemplo en el Bioparc de Valencia. Soy fotógrafa, y este es un tema delicado, pero sobre todo, al margen de que se tiene que cumplir la ley, también está el sentido común por parte de todos, fotógrafos y fotografíados. . Pero ya no sólo hablo de fotos a niños, también a adultos. No me quiero enrollar mucho y con este tema hay para debatir largo y tendido, pero por ejemplo, en fotografía de calle, si los fotógrafos no pudiéramos fotografiar a personas en la actividad diaria de la calle, no podríamos retratar la magia de lo que ocurre a diario, nos hubiéramos perdido momentos irrepetibles de trabajos de fotógrafos tan importantes como Henri Cartier-Bresson, Robert Frank, etc… Bueno, como te digo es un tema muy complicado, con los niños más… Está claro que el fotógrafo tiene una gran responsabilidad y en casos como el que tu expones, siempre debe pedir permiso. No deberían haberte hecho la foto y menos aún, luego un souvenir. Un post muy interesante, gracias por compartirlo.
¡Hola, Mamá Bocachancla! Muchas gracias a ti por tu comentario. Pues sí, visto desde el punto de vista del fotógrafo de calle casi lo puedo hasta entender… Pero creo que siempre tiene que haber consentimiento por parte del fotografiado y, sobretodo, saber qué se va a hacer con esa foto. En el caso que comento en el post era puramente lucrativo y creo que no venía a cuento aprovechar una situación de despiste de la madre para fotografiar a los niños. Yo no supe reaccionar, pero tampoco imaginaba que se iba a hacer un plato con esa foto… Ahora si me volviera a suceder tengo muy claro lo que haría: reclamaría la eliminación de la foto y, en su caso, del plato 😉 Como tú dices, es complicado… Si no pasaran tantas cosas raras por el mundo a lo mejor sería todo más sencillo 😉
Normalmente siempre me preguntan antes, nunca nos han hecho fotos sin permiso. Pero si me pasara, no sé si exigiría que las borrara. Nadie tiene derecho a tener tus fotos y quien sabe si un día la utilizan para publicidad.
Un abrazo
Pues eso es con lo que me quedé yo… ¿Qué harán con esa foto? Es lo que tenemos que hacer: exigir que las borren. ¡Un abrazo!